El apartado salarial sigue siendo, en general, una isla misteriosa dentro del mar de transparencia en el que se mueven las empresas hoy. Pero éstas no son las únicas reticentes a hablar de dinero. Los propios empleados tampoco tienen en sus emolumentos un tema favorito de conversación. Al menos, en España. «En Oriente Medio, cuando conoces a alguien la primera pregunta que te hacen es en qué trabajas; la segunda, cuánto dinero ganas», asegura Samuel Pimentel, socio presidente de Ackermann Beaumont Group, en este artículo que publica El País Negocios.
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